jueves, 30 de enero de 2014

Pedro J.

No tenía muchas ganas de retomar este blog, prueba de ello es el tiempo que lleva inactivo. Motivos, en realidad ninguno. Dejadez, abandono, incluso aburrimiento. Sin embargo cuando me he enterado del cese de Pedro J. Ramirez he sentido la necesidad de retomarlo aunque solo sea para rendir unas palabras a este fenomenal periodista.
En su día tomó el timón de Diario 16, destapó asuntos que propiciaron su salida y el cierre de ese periódico. Os suena el GAL?. No se paró en barras y fundó el diarío EL MUNDO. No le han dejado cumplir 25 años al frente del mejor periódico de investigación de este país llamado España. ¿Hasta cuando?.
Todo apunta a una operación auspiciada por el gobierno del PP al que ha dejado al descubierto. Dinero B, Barcenas. Un sinfín de trapos sucios que deja a la derecha española como un atajo de aprovechados y despilfarradores que han incumplido de manera vergonzosa su programa de gobierno y que apelan ante el aluvión de escándalos a su presunta honorabilidad. Falta de principios y de sentido de estado, ósea, servir a los ciudadanos. Pedro J. no ayudaba a tapar sus trapos sucios así que han hecho cuanto han podido para eliminarlo de la circulación. Rajoy, ese hombre, que va a hacer bueno a Zapatero, lo que es el colmo. De otro lado, la corona, esa institución repleta de asuntos turbios. El monarca,la infanta, esa presunta delincuente, Urdangarin, ese ejemplo de sinvergüenza y aprovechado. Un braguetazo que ha puesto en el disparadero a una institución que esta de más, pues mal que les pese no sirven para nada, si acaso para vivir del cuento y manipular en su favor todo aquello que les pueda afectar. Esta combinación de "poderes", en aras al mantenimiento de su privilegiada situación están para lo que están, mantener su "circo" y donde los ciudadanos no somos más que unos aborregados bípedos implumes aspirando a no se sabe muy bien qué. Supongo que haciendo cola para pedir en la barra otra ración de gambas. Podría hablar de otras cabeceras, La Razón, con ese director impresentable arrodillado ante el gobierno y ante la corona. A este lo van a echar, que me da la risa. Genuflexo. A este no lo van a tirar. Aquí, a mantener a la sociedad dormida.
Solo me queda desearle a Pedro J. que en su nueva andadura, que seguro tendrá, de luz a muchos españoles que nos sentimos tristes por su defenestración. Orbyt , ese proyecto que muchos dirán ha sido su tumba, por aquello de los números rojos de Unidad Editorial, supongo que una excusa,
sirva de fuente de inspiración para lo que se avecina. Una nueva aventura después del último naufragio. Buena suerte, director.