Con once atentados y 25 muertos a la espalda, Juan Ignacio de Juana Chaos puede, a no mucho tardar, salir de la cárcel al haber cumplido su condena en lo referido a los asesinatos mencionados según lo preceptuado en el Código Penal de 1973, el que le fue aplicado, si bien, ante el escandalo , alarma social causada, se le imputaron nuevos delitos por amenaza terrorista tras la publicación de dos artículos en el periódico Gara, esta vez siguiendo las pautas del Código Penal de 1995, el vigente en la actualidad . La condena impuesta, 12 años y siete meses cuando la petición inicial de la fiscalia era de 96 años. A ver que dice el TS el próximo día 12 de febrero en el que se reunirá el pleno de la sala de lo penal del Tribunal Supremo.
A ver si al final lo que va a resolver la sala es atender la petición alternativa propuesta por la fiscalia ante la Audiencia Nacional y que se concreta en la existencia de un delito de coacciones, en concurso real con un delito de exaltación del terrorismo, por cada uno de los cuales pidió 2 años de carcel, es decir, un total de cuatro. Veremos en que queda. De ser así, en cuatro días el pájaro está fuera de la jaula. Este sr. se maneja como se detalla a continuación:
En una de sus cartas enviadas desde la cárcel en el año 1998, el sanguinario etarra se refería así al asesinato del matrimonio Becerril en Sevilla: "Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes."
Es sólo un pequeño ejemplo de cómo se ha dirigido por carta desde la cárcel y en innumerables ocasiones uno de los jefes de ETA, siempre reivindicando el asesinato.
Desde 1985 hasta una de las desarticulaciones del grupo Madrid, la de enero de 1987, De Juana participó en 11 atentados terroristas en Madrid que costaron la vida a 25 personas. En junio de 1986 interviene junto a Esteban Nieto, Inés del Río, Inmaculada Noble, Antonio Troitiño, Soares Gamboa e Idoia López Riaño en el ametrallamiento contra un automóvil del Ejército de Tierra en el que resultaron muertos, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el teniente Coronel Carlos Besteiro Pérez, y el soldado Francisco Casillas Martín.
Un mes más tarde, el 14 de julio, volvía a verse implicado junto a los mismos miembros del Comando, en otro atentado, cuando al paso de un convoy de la guardia civil en la plaza de la República Dominicana de Madrid, hicieron estallar un coche bomba en el que perdieron la vida 12 guardias civiles y resultaron heridas sesenta personas.

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