lunes, 23 de abril de 2007

JUICIO 11 - M SUMARIO 20/04 VIGÉSIMO OCTAVA SESIÓN (mañana)

La sesión del lunes ha comenzado con el testimonio de Pablo Álvarez Moya, que, en octubre de 2003, acompañó a los procesados Emilio Suárez Trashorras y Carmen María Toro a Madrid, cuando Trashorras se reunió con Rafa Zouhier y Jamal Ahmidan 'El Chino' en el McDonalds de Carabanchel. En ese viaje, conoció Álvarez al confidente Rafa Zouhier y vio a otros "chicos" con los que se reunió Trashorras en un McDonalds. Posteriormente, identificó a uno de ellos como Jamal Ahmidan, El Chino, pero nunca súpo qué trataron con el ex minero.

En aquella reunión, según Emilio Suárez, habló con 'El Chino' de la venta de hachís, aunque negó que hablaran del intercambio de explosivos por droga. El testimonio de Pablo Álvarez ha servido de descargo para Carmen Toro porque ha sostenido que ella estuvo con él en todo momento, mientras Emilio hablaba con Rafa, Jamal y las otras tres o cuatro personas que "no había visto en su vida".

El testigo ha afirmado que conocía a Trashorras de salir a tomar copas con él, pero ha asegurado que no sabía que traficase con hachís, pese a que en Avilés, la ciudad de ambos, mucha gente del ambiente nocturno sabía de esta actividad.

La siguiente testigo fue Carolina Folgueira, una mujer que cree que vio a tres etarras en Madrid el 12 de marzo de 2004. Según ha declarado, aquella tarde, cuando se dirigía a la manifestación contra los atentados, vio en el andén de tren de Valdelafuente a tres personas que posteriormente identificó como Yosune Oña, Harriet Aguirre y Maite Aranalde.

Les llamó la atención porque una de ellas le sonrió al mirarle el lazo negro que la testigo lucía en la solapa. Lo sorprendente es que, según Carolina Folgueira, una de ellas se acercó a un policía a preguntarle algo. Posteriormente, en el trabajo, le llegó un correo electrónico con un tríptico de la policía que mostraba los rostros de los etarras en busca y captura. Identificó a tres de aquellas personas y acudió a la policía a declararlo. Nunca tuvo constancia de que se investigara aquello, ya que no volvieron a llamarla.

También han declarado varios testigos con mayor o menor relación con los acontecimientos de aquellos días. Uno de ellos ha sido el Guardia Civil E-68411-L, que el 29 de febrero de 2004 paró el Toyota Corolla que conducía Jamal Ahmidan en la provincia de Burgos, cuando el islamista bajaba a Madrid desde Asturias con explosivos. Le multó por exceso de velocidad y otros motivos. Ahmidan se identificó con un pasaporte belga, a nombre de Youssef Ben Salah, y un permiso de conducir a ese mismo nombre. Ahmidan pagó la multa por velocidad y el agente procedió a identificar el coche, averiguando tan sólo que estaba a nombre de una persona española. Nada le llamó demasiado la atención, por lo que no procedió a registrar el coche, pese a estar repleto de dinamita. Fue bastante después, tras los atentados, cuando, citado por la Audiencia, supo que el hombre al que había multado era El Chino.

Después ha declarado Juan Manuel Olbiols, el testigo 345, que tuvo la mala idea de llamar a Telemadrid el domingo después de los atentados para preguntar si "iban a dar alguna información especial sobre lo que estaba pasando esos días" y que fue llevado a declarar a la comisaría de Canillas. No sabe por qué le detuvieron, pero le trataron bien y, tras varias horas de interrogatorio, en el que le preguntaban por qué había llamado a Telemadrid, fue puesto en libertad.

Los etarras Henri Parot, Irkus Badillo y Gorka Vidal han comparecido como testigos ante el tribunal del 11-M a petición de la defensa de Jamal Zougam. Todos se han desvinculado de los atentados. Sus testimonios han durado apenas un cuarto de hora.

Badillo y Vidal fueron detenidos el 29 de febrero de 2004 conduciendo a Madrid una furgoneta con 512 kilos de cloratita y un mapa del Corredor del Henares, donde se produjeron los ataques a los trenes del 11-M. El nombre de Parot fue encontrado en la celda del islamista Abdelkrim Bensmail.

Preguntado por si sabe de alguna relación entre ETA y el 11-M, Parot ha respondido: "No, para nada". Este etarra, francés de origen argelino y encarcelado en abril de 1990, ha declarado que no conoce a Bensmail y que desconoce por qué tenía un papel con su nombre. Cuando le han preguntado si le proporcionó a este islamista la fórmula de la cloratita, no ha podido evitar la risa antes de contestar que no.

Quien no ha parado de reírse durante su breve interrogatorio ha sido Gorka Vidal, pese a que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le ha advertido de la gravedad de los hechos que se juzgan. Esquivo, como su compañero Irkus Badillo, ha dicho que no recuerda nada sobre aquel viaje de la furgoneta que él mismo conducía: ni el punto de origen ni el de destino ni lo que llevaban en la furgoneta. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, les ha advertido de que las evasivas serían interpretadas como un rechazo a contestar y que podían ser multados y acusados de desobediencia grave.

Las únicas palabras serias de Vidal han sido: "No tengo nada que ver con esto, no tengo nada que ver con el 11-M ni con los islamistas". Además, ante las advertencias de Gómez Bermúdez protesta: "Yo no tendría ni que estar aquí".

Irkus Badillo, más formal, también ha negado su relación con los hechos: "No tengo nada que ver con esto. No tengo ninguna relación con ningún islamista".

Ambos han negado que conocieran a Jamal Ahmidan 'El Chino'. El procesado Emilio Suárez Trashorras declaró ante el tribunal que 'El Chino' le dijo por teléfono unos días antes de los atentados que conocía a los etarras detenidos en Cañaveras (Cuenca), es decir a Gorka Vidal e Irkus Badillo.

A Henri Parot también le han preguntado si había tenido relación con presos islamistas en la cárcel. "Que yo sepa no", ha respondido; aunque también ha señalado que él se mezcla con los presos que le pone instituciones penitenciarias. "Yo no elijo con qué presos estoy". Además, Parot ha dicho desconocer si ETA entrena a sus miembros en campos de Hizbulá, en el Líbano.

Parot es el autor del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en el que murieron seis adultos y cinco niños.

Su vínculo con la declaración de hoy, Abdelkrim Bensmail, fue detenido en 1997 junto a otros miembros del Grupo Islámico Argelino (GIA), que entonces estaba liderado por Alekema Lamari, uno de los suicidas de Leganés siete años después. En la prisión, Benesmail también coincidió con los procesados Antonio Toro y Rafa Zouhier. También está llamado a declarar como testigo, probablemente esta semana.

El secretario del tribunal ha dado parte del error que ha supuesto la incorporación de otros tres etarras a la lista de testigos. El tribunal había rechazado su comparecencia de antemano y, sin embargo, los llamó a declarar hoy por figurar en la citada lista. Se trataba de Fernando Irakula Albizu, Jorge García Sertucha y Harriet Iragi. Gómez Bermúdez ha indicado que el único de los tres que está en libertad, Fernando Irakula, podía marcharse.

En la sesión de tarde habrá más.

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