jueves, 21 de febrero de 2008

LOS ALBERTOS - QUE TIOS, no ... que PRIMOS

Fuente. EL CONFIDENCIAL. El Tribunal Constitucional ha anulado hoy la condena de tres años y cuatro meses de prisión que el Tribunal Supremo impuso a los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer por estafa y falsedad en documento mercantil en la venta de la sociedad Urbanor al estimar que la pena ya ha prescrito. la sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Pascual Sala, cuenta con un voto particular.

El 14 de marzo de 2003 el Tribunal Supremo dictó sentencia firme contra Alberto Alcocer y Alberto Cortina por el ‘caso Urbanor’: tres años y cuatro meses de cárcel por delitos de estafa y falsedad documental. Ante esta tesitura los primos pidieron recurso de amparo al Tribunal Constitucional alegando que estos delitos habían prescrito. La duda residía en la aplicación estricta o no del artículo 133 del Código Penal que establece que las penas impuestas por sentencia firme prescriben a los cinco años en los casos menos graves, apartado en el que se enmarca la condena contra los Albertos.

Finalmente, el Tribunal Constitucional ha estimado el recurso de amparo y ha decidido aplicar el Código Penal en su interpretación más laxa, de forma que los empresarios se libran de ingresar en prisión.

Alberto Alcocer y Alberto Cortina, para intentar salvar la cara en el caso Urbanor, además de pedir el amparo al Constitucional y un fallido intento de indulto, pusieron en marcha una tortuosa maniobra que les va a costar sentarse de nuevo en el banquillo por presunta falsedad de documento privado y estafa procesal. Se trata de la conocida como ‘carta falsa’ cuyo contenido revelaba la supuesta confabulación de los socios minoritarios para incriminar a los Albertos puesto que reconocían tener conocimiento de los dos precios de la venta de terrenos.

Dicha misiva apareció casualmente 26 días después de conocer la condena contra los primos y después de que éstos contrataran los servicios de Capital Inmobiliario Colón para “investigar, localizar y obtener material probatorio” que desestimara la sentencia del Supremo. Por todo ello, Cortina y Alcocer se enfrentan a un nuevo procedimiento por intentar ‘colar’ un documento privado falso como prueba en un juicio.

Se volverán a librar. Es lo suyo. Son bípedos implumes muy poderosos. Tanto que me dan grima. Ahora de caceria para celebrarlo. El alma, como el cemento. Gris. Que tios, que digo, que primos.

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