El 15 de abril de 1989, Nottingham Forrest y Liverpool se enfrentaban por una plaza en la final de la FA Cup inglesa. En este torneo las semifinales se disputan en campo neutral y en aquella ocasión Hillsborough, estadio del Sheffield Wedsneday, acogió el encuentro. Apenas cinco minutos después del pitido inicial, el partido tuvo que ser detenido mientras decenas de espectadores trataban saltar la valla para acceder al campo y escapar de la avalancha humana que había estallado en uno de los fondos. Noventa y seis seguidores del Liverpool perdieron la vida en el coliseo de Sheffield y más de 200 resultaron heridos.
Miles de aficionados del los 'reds' se concentraron a las puertas de Hillsborough, de forma que hacia las tres de la tarde las puertas del estadio por las que debían acceder los seguidores del Liverpool estaban repletas de gente. Como medida para prevenir una posible tragedia, las autoridades locales decidieron abrir una de las puertas, por la que se precipitaron miles de seguidores que intentaron acceder a una grada ya atestada, provocando la avalancha.
Los hechos acontecidos en Sheffield marcaron un antes y un después en la historia del fútbol británico. Los asientos se convirtieron en obligatorios en todos los graderíos y las vallas se eliminaron de los campos. El despliegue policial y de servicios de asistencia aumentó en todos los encuentros. La tragedia de Hillsborough cambiaría para siempre la imagen de los estadios británicos.Dos décadas despues de aquella semifinal, monumentos en Hillsborough, Anfield y en la catedral Liverpool recuerdan a las víctimas.
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