EL DERECHO RETORCIDO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.

Esta jornada será recordada por el papelón desempeñado por ese mal llamado tribunal constitucional que presuntamente defiende los principios constitucionales, hay que estar ciego para creerlo y que es la última instancia de nuestro sistema judicial. Los miembros del TC en su conjunto se encuentran en guerra permanente con el Tribunal Supremo. A la mínima oportunidad resuelven lo contrario de lo acordado por dicho tribunal. Es una cosa que cuando menos llama la atención. Estos magistrados están situados a tal altura que son ajenos, o quizá no les importa nada ni el derecho, ni la justicia ni el sentido común. Resulta ahora que tumban la decisión del TS de impedir la presentación de la lista liderada por Alfonso Sastre con la denominación de iniciativa internacionalista. Ahí es nada. Resulta inconcebible el comportamiento de este tribunal constitucional que a falta de poner el huevo del estatuto catalán después de 3 años se da prisa, mucha prisa en resolver este recurso. Además por unanimidad. Con un par, señores.

El Tribunal Supremo, consideró que la candidatura de Iniciativa Internacionalista era un mero "ardid" del entorno de ETA para mantenerse en las instituciones democráticas y que tras analizarse el perfil de los promotores, representantes, candidatos y avalistas de dicha candidatura, se concluyó que "la candidatura no es más mera instrumentalización de un objetivo, el de hacer que el entorno político de ETA siga manteniendo su presencia en las instituciones democráticas, en este caso en el Parlamento Europeo". Entre las pruebas a favor de la anulación, en idéntico sentido se mostró la abogacia del estado, también la fiscalia, el Supremo destacó el pasado de Sastre y de la número dos de la lista Doris Benegas en distintas organizaciones y partidos del entorno de Batasuna, la vinculación a este ámbito de varios promotores de la coalición y el hecho de que tras la retirada de los avales presentados por partidos democráticos, este apoyo fuera suplido por seis concejales electos de la ilegalizada Acción Nacionalista Vasca (ANV). En su recurso de amparo ante el TC, presentado el pasado lunes, Iniciativa Internacionalista manifestaba "de forma clara y sin ambigüedades que nunca ha utilizado medios que no sean estrictamente políticos, siendo el uso de la violencia completamente ajeno a su forma de acción y cultura política" y expresaba "un claro rechazo y condena del uso de la violencia para la obtención de objetivos políticos en el marco de un Estado Democrático". Pues bien, conocida la autorizacion para presentarse a las eleciones europeas les ha faltado tiempo para en una rueda de prensa pedir de manera expresa el voto de los fieles de batasuna y demás siglas proetarras. Han dicho que resulta simplista condenar la violencia de ETA. Vaya desverguenza. Una tomadura de pelo. Una más, tampoco ha de sorprendernos pero tampoco vamos a callar. Si esto es justicia, ¿que es la injusticia?. Todo parece reducirse a una cuestión de odio cainita entre ambos altos tribunales. La impunidad de los jueces que pueden resolver según les venga en gana, es nauseabundo. ¿A que razones han apelado estos magistrados del constitucional para abrirles de par en par la posibilidad de acceder al parlamento europeo?. Aquí está la sentencia que da pávulo a estos proetarras. En resumen, la Sala Segunda del TC, de la que ha sido ponente el magistrado Eugenio Gay dice que  los elementos de prueba manejados por el Tribunal Supremo sólo acreditan «una inclinación ideológica que en absoluto puede merecer censura en nuestro régimen constitucional democrático, por más que eventualmente pueda ser compartida por quienes pretenden hacerla valer por medio de la violencia». Ese apoyo a la violencia por parte de los promotores y dirigentes de Iniciativa Internacionalista «no ha quedado probado». ¿Es una provocación o nó?. ¿Que hacer con estos jueces que retuercen el derecho a su antojo sin pudor alguno y escondidos en sus togas y puñetas se burlan de los ciudadanos de bien?. ¿Ácaso tienen miedo?. Desde luego no de nosotros.