- Poner una meta a nuestro deseos, frenar nuestras apetencias, domar nuestra ira, tener siempre en mente que el ser humano no puede alcanzar más que una mínima parte de todo lo deseable y que muchos males son inevitables: así podremos soportar y renunciar.
"Mientras emprendes una obra lee y consulta siempre a los doctos,
acerca de como puedas llevar la vida con la mente serena, que el deseo
no te atormente ni tampoco el miedo y la esperanza ante cosas poco útiles".
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