jueves, 29 de marzo de 2007

JUICIO 11 - M SUMARIO 20 /04 VIGESIMOPRIMERA SESIÓN.

El agente de la UCIE Francisco Jesús Parrilla, que se entrevistó con Emilio Suárez Trashorras el día 17 de marzo de 2004 en Avilés ha confirmado lo que el procesado, presunto líder de la trama de los explosivos, declaró en su interrogatorio: que Jamal Ahmidan 'El Chino' le contó poco antes de los atentados que "hacía unos días unos amigos suyos habían sido detenidos en Cuenca con 500 kilos de explosivos". El 29 de febrero habían sido arrestados los etarras Gorka Vidal e Irkus Badillo con 500 kilos de cloratita en Cañaveras (Cuenca) y en dirección a Madrid. Pero Trashorras "no mencionó la palabra ETA en ningún momento", ha precisado el agente.

Según Trashorras, este comentario fue realizado por 'El Chino' en una conversación telefónica en la que se despidió del ex minero diciéndole: "Si no nos vemos en la tierra nos vemos en el cielo".

Sin embargo, la opinión de este experimentado policía es que aquello era "una salida evasiva" de Trashorras en la conversación porque en ese momento estaban "acercándose" al tema de los explosivos y los detonadores de Mina Conchita.

En su declaración ante el juez, Trashorras explicó que 'El Chino' le dijo que habían detenido a dos "amigos" suyos. "¿Los que salieron en la tele?", preguntó el procesado, a lo que Jamal Ahmidan respondió afirmativamente. El ex minero, según ha relatado, comunicó esto a la policía, ya que era "colaborador de las fuerzas de seguridad". Los agentes le dijeron que "ETA no trabajaba con traficantes, que era imposible esa relación". El acusado alegó que pudo interpretar mal la conversación con 'El Chino' y que por eso ese testimonio no lo repitió en las declaraciones judiciales posteriores.

Parrilla ha afirmado que realizó un informe de todas las conversaciones con Emilio Suárez Trashorras aquel día en el que, según declaró ayer a su compañero de la UCII, acabaron viendo un partido de fútbol en un restaurante. Cuando el tribunal le ha enseñado un informe supuestamente escrito por él, el testigo ha negado que fuera suyo. En ese informe que figura en el sumario no aparece la alusión a los etarras de Cañaveras.

Aquella conversación larga e informal, sin abogado alguno de por medio, empezó a las 12.00 del día 17, según este agente (su compañero de la UCII dijo que a las 13.30). Llegaron a Avilés atraídos por una tarjeta de teléfono móvil expedida allí a nombre de Carmen Toro Castro y que había "saltado" en la antena de Morata de Tajuña, es decir, que había tenido contactos con un teléfono de la zona.

En la comisaría de la Policía, se encontraron con el jefe de Estupefacientes, Manuel García Rodríguez 'Manolón', que declaró este lunes ante el tribunal. Él les habló de José Emilio Suárez Trashorras, un colaborador suyo que creía que los marroquíes con los que el traficaba hachís estaban implicados en los atentados. ("Esto es cosa de moros", le había dicho Trashorras a Manolón). Llamaron al ex minero y se personó a los 15 minutos: "Cuéntele a estos señores lo que me has contado a mí".

Les contó que "llevaba tiempo trapicheando con ellos" y que estaba convencido de su participación en los atentados por una discusión que tuvo su mujer, Carmen Toro, con Jamal Ahmidan en Madrid (en un McDonald's del barrio madrileño de Moncloa) a mediados de febrero, cuando la pareja regresaba de luna de miel en Canarias. Al parecer, 'Mowgli' (como Trashorras llamaba a Jamal) defendió el ataque a las Torres Gemelas y esgrimió que son "el Ejército más poderoso del mundo".

'Cariño, déjame al margen'

El policía dice que se dio cuenta de que la mujer de Emilio era la Carmen Toro Castro de la tarjeta telefónica interceptada. Una vez en Avilés, supieron por sus compañeros de Madrid que en la noche entre el 28 y el 29 de febrero había 18 contactos entre el teléfono de Carmen y el teléfono de Morata en los alrededores de Avilés. "Salvo que tengáis contactos telefónicos en la cama, esa noche no habéis dormido juntos", les dijo Parrilla.

Entonces, ha relatado el testigo, Carmen Toro "se sentó en las rodillas de Emilio y le dijo: 'Cariño, di lo que tengas que decir, pero a mí déjame al margen'". Emilio se puso "muy nervioso" y espetó: "Qué ofrecéis, qué ofrecéis, que esto es un marrón muy gordo".

Después, contó que en noviembre de 2003 había viajado a Madrid y que había visto que Rafa (Rafá Zouhier) y 'Mowgli' tenían heridas en la cara y dijeron que "habían probado un detonador con una pila de teléfono móvil" y les había estallado. Sin embargo, a quien les explotó el detonador fue a Zouhier y su amigo Rachid Aglif, según ellos mismos y una testigo.

Según los agentes que hablaron con Emilio Suárez Trashorras y que han declarado en el juicio, el ex minero les contó que un día de octubre de 2003, animado por el alcohol, había llevado a los marroquíes a la Mina Conchita en la que había trabajado y que pensaba que podían haberse aprovechado de eso.

Respecto a la relación con los marroquíes, Trashorras declaró que conoció a Rafa (Zouhier) durante la estancia de éste en la cárcel asturiana de Villabona junto al cuñado del ex minero, Antonio Toro Castro. A través de Rafa, conoció a 'El Chino' ('Mowgli'). Si Emilio quería hachís, se lo pedía a Rafa y éste se lo decía a 'Mowgli'.

El agente de la UCIE ha insistido, como su compañero de la UCII, en aquello no fue un interrogatorio, sino una conversación, una entrevista. Al día siguiente, los policías detuvieron a Emilio Suárez Trashorras por órdenes recibidas desde Madrid.

El agente de la Unidad Central de Información Exterior, Antonio Jesús Parrilla, controlador del confidente 'Cartagena' en los años previos al 11-M, ha desmentido algunas de las afirmaciones que éste hizo ante el tribunal el 7 de marzo, como que la UCIE conocía de sobra la radicalidad y los movimientos de Serhane 'El Tunecino', principal organizador de los atentados, según la investigación.

El policía ha negado que conociera a 'El Tunecino' antes de los atentados y dice desconocer si alguno de sus compañeros lo conocía. Sin embargo, Cartegena, que era imam de la mezquita de Villaverde, aseguró que él había informado de Serhane y que, además, un día de 2003 vio cómo Serhane se entrevistaba con sus controladores de la UCIE.

Otros agentes de la misma unidad sí admitieron ante el tribunal conocer a 'El Tunecino' como un "islamista de nivel" con anterioridad al 11-M.

"¿Cómo habéis permitido esto con lo que yo os he contado?", le dijo Cartagena a Parrilla en referencia a los atentados, según ha declarado este último. Esto fue en el Parque Juan Carlos I de Madrid el 15 de marzo de 2004. El policía le dijo que entonces era el momento de buscar a los culpables y no de lamentarse. Aquella fue la última vez que Parrilla vio a su confidente, aunque éste sostiene que fue el 3 de abril y que le pidieron ir a Leganés, donde se suicidaron los terroristas.

Si no controlaba a 'El Tunecino', este agente si controlaba a Jamal Zougam, el propietario de la tienda de Lavapiés donde se vendieron las tarjetas de teléfono móvil usadas por los terroristas. Su vigilancia, por una supuesta vinculación con radicales e incluso con el atentado de Casablanca, se remonta a un año y medio antes del 11-M y la realizaba Cartagena, como también ratificó el confidente. Por eso, según el testigo de hoy, cuando la tarjeta de la bomba desactivada en Vallecas condujo a la tienda de Zougam, para él fue una pista clara de la autoría islamista.

Cuando el tribunal le ha mostrado las notas de la UCIE sobre el confidente Cartagena, el testigo ha negado que fueran sus notas y sus informes, aunque sí ha identificado como cierto el contenido de los mismos.

Por otro lado, el policía de la UCIE ha negado que alguien le hubiera informado alguna vez de que España fuera objetivo de atentados islamistas. Ellos investigaban el terrorismo de este tipo en España, pero pensaban que había sólo células de apoyo logístico para ataques en otros países y nunca que tuvieran capacidad o intención operativa aquí. Sin emabrgo, también ha reconocido que Cartagena les informó de que el procesado Mohamed Larbi ben Sellam había dicho que no había por qué hacer la yihad en Irak o Afganistán cuando se podía hacer aquí mismo, en Europa.

Preguntado si, por su experiencia, sabe de algún vínculo entre islamistas y ETA, ha respondido que no.

El presidente del tribunal del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ha ordenado que se inicie un procedimiento judicial contra el ex director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, por desobediencia a la autoridad. El máximo jefe policial durante los atentados se ha negado a declarar la identidad de un policía que le reveló que existe un informe que implica a ETA en la matanza y ha alegado razones morales.

El hoy eurodiputado del PP se refirió a este informe en una entrevista en la cadena Cope en septiembre de 2006 y ha sido preguntado por ello por el abogado de la acusación de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. De momento, tendrá que pagar una multa de 1.000 euros.

Gómez Bermúdez le ha advertido de que incurría en un delito si no divulgaba el nombre de esa persona, toda vez que el tribunal se lo ha pedido. El magistrado le ha instado a que escribiera el nombre del policía en un papel y que ya valoraría el tribunal si esa fuente es relevante y debe ser tenida en cuenta. Pese a ese gesto de discreción manifestado por Gómez Bermúdez, Díaz de Mera, que acusaba cierto grado de nerviosismo en su voz, ha insistido. "No escribiré ese nombre. Acepto las consecuencias".

Entonces, el magistrado le ha comunicado que el artículo 716 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal dice que "el testigo que se niegue a declarar" se enfrenta a una multa "inmediata" de 200 a 5.000 euros y, si persiste en su actitud será perseguido por desobediencia al tribunal enfrentándose hasta un año de prisión. El testigo ha insistido y el magistrado ha convocado un receso en el que ha procedido a imponerle una multa de 1.000 euros. Eran las 17.15 de la tarde.

Reanudada la sesión, la tensión ha ido 'in crescendo' entre el juez y el testigo. "Es una situación muy complicada para mí. Me siento profundamente identificado con el Cuerpo de Policía", ha dicho Díaz de Mera con la voz temblorosa, añadiendo después que su "fuente policial" es "acreditada y honesta" y que no podía revelar su nombre. "Aceptaré lo que haga este tribunal", ha manifestado apesadumbrado.

Javier Gómez Bermúdez le ha instado a hablar "con sus seres queridos" para reconsiderar su decisión puesto que tiene familiares en el Cuerpo. Ha tratado de convencerle de que divulgar el nombre de la persona no implica irremediablemente que se le vaya a molestar o a citar. "Le estoy rogando", ha llegado a decir el magistrado. "El problema es la situación en la que coloca a este proceso, ya de por sí complicado", ha agregado. Y ha añadido algo más inquietante: "Coloca en una situación absolutamente insostenible el proceso".

Pero él no se ha retractado. "Estoy absolutamente persuadido de que la fuente lo está escuchando, y más policías. Si ellos quieren dar el paso adelante, que lo den. Si tengo que decidir, prefiero que la responsabilidad caiga sobre mí a que caiga sobre él".

Y el juez le ha dado una nueva oportunidad: "Hable con su fuente si lo desea". A lo que Díaz de Mera ha contestado: "No sé si la fuente tiene el teléfono intervenido". Y ahí ha concluido la discusión.

El tribunal entonces ha deducido testimonio por desobediencia a la autoridad y ha remitido el caso a la sala de "Asuntos especiales" del Supremo, encargada de juzgar a personas aforadas como políticos, jueces y fiscales. Como es europarlamentario, se supone que el Tribunal Supremo debe mandar un suplicatorio al Tribunal de Estrasburgo y que esta instancia decida si procede o no procede imputarlo.

El polémico informe

Díaz de Mera denunció ante los micrófonos de la Cadena Cope que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo desaparecer un informe policial en el que se vinculaba a ETA con los atentados del 11-M. Afirmó que la Comisaría General de la Información poseía un informe sobre estas "conexiones".

"El informe al que yo me refiero es real y cierto -adujo-. Es un informe encargado por el comisario general de Información (Telesforo Rubio), es un informe elaborado por la UCI, es un informe ocultado al juez Del Olmo, es un informe que contiene indicios y pruebas de esas conexiones, de las conexiones con ETA en un número significativo y muy preocupante. Pero le voy a decir algo más, este informe tiene autores, un autor y una autora, y ese informe ha tenido que ser encargado por alguien, no creo que el comisario general, 'motu propio', haya encargado ese informe".

Lo que ocurre, según él y según añadió después, "es que los contenidos de ese informe no eran los esperados". Y continuó: "Las personas a las que se les encargó esto decidieron hacer éticamente un informe real y no aceptaron, sin ninguna duda, la orientación previa, la posible resultante final. Por eso ha desaparecido ese informe, por eso, señor Rubalcaba, no existe ese informe. Pero, claro, este informe no se ha escrito a boli, este informe seguramente está en algún ordenador y este informe, como yo confío mucho en la Policía, muchísimo, en la ética corporativa, confío mucho en los sindicatos...".

Después, añadió algo sobre la protección de sus fuentes: "Al Ministerio del Interior le pasa lo que a mi teléfono, que es un queso 'gruyere', y a través de los agujeros que tiene el Ministerio del Interior se cuelan las informaciones que derivan de las personas honestas y honradas y que no van a poder parar nunca. Así es que por eso hay que proteger a las fuentes. Son fuentes que están dentro, que son honestas, que están en contra de la ocultación de pruebas y que además temen purgas y temen al Código Penal. Creo que hay que ampararlos para que cuenten lo que saben y para que lo vayamos sabiendo".

LA ACTITUD DEL TESTIGO DE NO REBELAR SU FUENTE ME PARECE INTOLERABLE. NO HAY EXCUSAS. HABLAMOS DE 192 MUERTOS Y MÁS DE UN MILLAR DE HERIDOS. SI HA DE CONOCERSE LA FUENTE PARA ALCANZAR LA VERDAD MATERIAL DEBE HACERSE. MARIANO RAJOY DEBIERA LLAMAR A CAPÍTULO A ESTE SEÑOR Y HACERLE VER EL DEBER QUE TIENE DE FAVORECER EL ESCLARECIMIENTO DE ESTOS HECHOS SI LO QUE CONOCE ES DE VERDAD RELEVANTE; ESTO NO PUEDE QUEDAR ASÍ. DE LO CONTRARIO ESE TESTIMONIO SE CONVIERTE EN UNA AFRENTA Y UN DEVIENE EN UN COMPORTAMIENTO RASTRERO E INDIGNO PRIMERO DE UN REPRESENTANTE PÚBLICO ELEGIDO POR EL PP CUANDO ESTABA EN EL PODER, Y EN SEGUNDO LUGAR EN SU CONDICIÓN DE ACTUAL EURODIPUTADO DEL PP EN EL PARLAMENTO EUROPEO. EN DEFINITIVA, UNA VERGUENZA QUE DEBIERA CONDUCIR DE MANERA AUTÓMATICA AL CESE. UNA BURLA. "TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO". PENOSO. VERGONZANTE. SERÍA DESEABLE UNA RECTIFICACIÓN. ¿SE DARÁ?. MUCHO ME TEMO QUE NO. ¡QUE PAIS!. QUE DOLOR ME CAUSA ESPAÑA. QUE DOLOR.

El juicio se reanudará el 9 de abril, tras las vacaciones de Semana Santa.

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