jueves, 10 de mayo de 2007

JUICIO 11 - M. TRIGÉSIMO QUINTA SESIÓN

Tras la declaración de los 29 procesados y los testigos, este miércoles ha arrancado la fase pericial del juicio por el 11-M. Entre los primeros en comparecer estaba José Cabanillas, responsable de la UCI al que Díaz de Mera atribuyó la falsificación del informe sobre ETA y el 11-M. Con esta prueba, ha dicho el agente, se llegó a la conclusión de que "no hay relación" entre los presos etarras y los presos islamistas más allá "del compañerismo propio". Cabanillas ha reconocido que encontraron a varios internos islámicos ejemplares del diario que utiliza ETA como altavoz, el Gara. La explicación que le dieron los presos es que lo usaban "como mantel". Su declaración se ha centrado en exculpar a la banda terrorista aunque ha admitido que sus conocimientos sobre ella "son muy limitados". Durante el interrogatorio, el comisario jefe del Instituto de Estudios de Policía, José Cabanillas, aseguró que del informe elaborado se desprende que entre presos de ETA y e islamistas no existe "ninguna relación más allá de la del compañerismo propia dentro de las prisiones". Cabanillas compareció junto a otros dos agentes de la Unidad Central de Inteligencia. Enlace a la noticia publicada por el Mundo. José Cabanillas en su declaración.
Se esperaba con interés su testimonio porque el número de identificación de Cabanillas es el que apuntó Díaz de Mera como el del agente que falsificó el informe sobre ETA y el 11-M por orden del ya ex comisario general de Información, Telesforo Rubio. Toda la declaración de Cabanillas se centró en exculpar a la banda terrorista aunque al final admitió que sus conocimientos sobre el terrorismo etarra son "muy limitados".
El informe sobre ETA y el 11-M, explicó, se hizo tras la operación "Nova", entre octubre y diciembre de 2004. Las averiguaciones de esa operación pudieron generar confusiones, según Cabanillas, sobre una supuesta relación entre presos islamistas y etarras y como ejemplo citó un ejemplar del diario "Gara" que se le halló a un islamista, pero que usaba "como mantel" o la nota en la celda del preso Abdelkrim Benesmail en la que estaban los nombre de algunos etarras, como el de Henri Parot. Finalmente, dijo, la conclusión a la que se llegó era que "no existía ninguna relación entre los elementos que se encontraron". De la fórmula de la cloratita que apareció en poder de este preso negó que se la facilitara ETA. No aportó datos y se perdió en un circunloquio para terminar diciendo que la fórmula de los etarras y la del islamista no eran las mismas.
También le preguntaron si investigaron la presencia de varios etarras, como Josune Oña, en Madrid el 11-M, como reconocieron varios testigos durante la anterior fase testifical. Dijo que a la Policía no le constaba que hubieran estado en la capital. De los contactos de Jamal Ahmidan "El Chino" en el País Vasco explicó que aunque lo investigaron nada encontraron. Y que el hecho de que el explosivo utilizado en la masacre no fuera Titadyn fue uno de los datos para descartar ETA. Cuando uno de los abogados de la acusación le preguntó si en caso de descubrirse Titadyn hubieran pensado en ETA, el presidente del tribunal no le dejó continuar por esa línea y le cortó, provocando la protesta del letrado.
Cabanillas, a preguntas de Gómez Bermúdez precisó que nunca había participado en labores de investigación sobre terrorismo para la Policía, pero que sí conocía el mundo islámico por su experiencia en el tráfico de drogas con implicados musulmanes, lo que, según dijo, le ayudó a "conocer sus costumbres y cómo reaccionan, y sobre todo, a adelantarnos a ellos".
El comisario jefe Cabanillas continuó con su declaración esta tarde. Compareció junto con la funcionaria con número 84.114 por la confección de un informe recopilatorio que realizaron y que se presentó en el juzgado en agosto de 2005. En él constan un compendio de la información que la Policía había obtenido hasta el momento, así como las conclusiones que realizan los funcionarios policiales. A pesar de que la fiscal Olga Sánchez lo calificó de brillante y que fue presentado ante Del Olmo, el informe tiene multitud de contradicciones y datos sin esclarecer.
A pesar de que los peritos repitieron una y mil veces que su labor se limitó a recopilar y plasmar la información que les iban transmitiendo, añadieron que si había algo contradictorio realizaban averiguaciones por su cuenta. Sin embargo, los puntos oscuros que se pusieron de manifiesto durante su interrogatorio seguían sin respuesta.
El interrogatorio más extenso al que se les sometió fue el realizado por el abogado defensor de Basel Ghalyoun y Jamal Zougam. Abascal preguntó extrañado por algunas cuestiones. En concreto les interrogó por el modo en que los expertos en que los expertos llegaron a determinar que el explosivo utilizado en el artefacto que no explosionó el día 2 de abril en la vía del AVE Madrid-Sevilla a la altura de la localidad de Moncejón era el mismo que de los trenes. Ambos se limitaron a señalar que sólo reflejaron el informe elaborado por los Tedax, que confirmaba ese dato.
También salieron a relucir los Tedax en relación a los detonadores hallados en la furgoneta Kangoo. Abascal se interesó en saber cómo era posible que si estos detonadores eran de cobre, según establecen precisamente los Tedax, por qué se encamina la investigación hacia Caolines de Merillés que utiliza preferentemente de aluminio. Fue entonces cuando Cbanillas se perdió en una explicación que nada tenía que ver con lo preguntado por el abogado, por lo que Gómez Bermúdez cortó la explicación. El perito acabó contestando: "Yo he dicho que había detonadores y de aluminio y que se utilizaban en Mina Conchita".
También les preguntó por el significado de la cinta encontrada en la Kangoo. Los peritos contestaron que "simplemente la que se dio en su momento": que era una cinta con unos versículos del Corán y que tenía una cierta vinculación con el tema islamista, aunque la cinta no determinaba ningún tipo de información sobre un grupo en concreto. La razón por la que los supuestos terroristas utilizaban una cinta común, Cabanillas explicó que "también eran musulmanes y como tal cumplían sus ritos religiosos, por lo que se apoyaban en cintas". Afirmaron que no han llegado a saber la manera en la que los terroristas accedieron a la Kangoo sin forzar las puertas, aunque apuntaron al testimonio del dueño, quien aseguró que había perdido meses antes un juego de llaves de la furgoneta.
Sobre cómo llegaron a la conclusión de que la mochila de Vallecas había estado en la estación de El Pozo, señalaron que dieron por buenas las informaciones aportadas. Abascal también les preguntó si da credibilidad a los cuadernos donde se apuntaban los IMEIS de Bazar Top. Sólo ante esta cuestión Cabanillas reconoció que le llamó la atención.
Además, identificaron a Jamal Ahmidan alias "El Chino" con la figura de Abú Dujana el Afgani, considerado portavoz del ala militar de Al Qaeda en Europa. Este dato contradice la teoría de la Fiscalía que apuntaba al acusado Youssef Belhadj como el representante de este grupo islamista radical. La defensa de Youssef Belhadj, Francisco Andujar preguntó a los peritos sobre las reivindicaciones efectuadas en relación a los atentados, tanto las grabadas en video como las manuscritas. Los expertos aseguraron que en la cinta encontrada en la papelera de las cercanías de la mezquita de la M-30, se identificó a la única persona que aparece, aunque no de forma positiva, como uno de los muertos de Leganés, Mohamed Oulad Akcha. En cuanto al video aparecido en Leganés, en el que se aprecia a tres personas, el portavoz dijeron que era "El Chino". En la reinvindicación manuscrita enviada a ABC se identificó al autor como Serhane Ben Abdelmajid Fakhet alias "Serhane El Tunecino".
Estudiando estas tres reivindicaciones los peritos llegaron a la conclusión de que "El Chino" era el líder del grupo ya que, además de ser la única persona que aparece en los videos investido como emir, habla "en nombre propio" y no en el de Abú Dujana Al Afgani, como ocurre en el resto de casos. Por ello los expertos interpretaron que Abú Dujana el Afgani era "El Chino". La Fiscalía identifica en su escrito de acusación al que considera uno de los autores intelectuales de los atentados, Belhadj, con la figura de Al Afgani.
Preguntados por qué significa Afgani contestaron que o bien alguien que haya luchado en Afganistán o alguien que haya nacido allí. Sin embargo El Chino no cumplía ninguna de estas dos condiciones. (extraido de LD, enlaces el Mundo, del diario el pais nada se apunta pues la hemeroteca no es de acceso libre,).

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