La fabricación de los licores de fruta sigue un procedimiento más sencillo que el de los licores de plantas; el aguardiente de pera williams, envejece en barrica durante 18 meses. Posteriormente, este aguardiente se filtra a baja temperatura (-8º C) para librarlo de todas las impurezas solubles en el alcohol a temperatura ambiental. Esta operación sirve para eliminar el gusto amargo desagradable. A continuación, este aguardiente recibe una dosis de azúcar de unos 100 g por litro y se perfuma con un aroma natural, especialmente fabricado conforme a unas condiciones muy estrictas. Estos licores no envejecen en barrica, ya que el aguardiente utilizado, por ejemplo, en el caso de la pera ya ha pasado por la fase de envejecimiento. No es un licor barato, ni tiene por qué serlo; su calidad justifica el dispendio.
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