martes, 3 de julio de 2007

LA ÚLTIMA PALABRA DE LOS ACUSADOS EN EL JUICIO DEL 11 - M

LLegado el fin del juicio oral lo cierran las palabras finales de los acusados. El acusado Jamal Zougam declaró ante el tribunal que medios de comunicación y políticos le utilizaron entre los días 11 y 14 de marzo de 2004, día de las elecciones generales, para afirmar que "fueron islamistas" los responsables de los atentados de los trenes de cercanías. "Algunos tenían interés en que fuera yo el culpable. Yo no sé si fueron islamistas o no, probablemente sí, pero yo no fui", añadió.
El acusado dio extensos detalles sobre las contradicciones en las que incurrieron los testigos que le reconocieron en distintas estaciones o trenes de cercanías. Por ejemplo indicó que el testigo A-27 incurrió en múltiples contradicciones. "Dice que cogió el tren desde Alcalá de Henares a las 7:10 de la mañana y que se introdujo en el centro del convoy, una persona le empujó desde el lado izquierdo y observó a un individuo sentado junto a él que intentaba introducir una bolsa debajo del asiento, no obstante el artefacto había sido colocado en el vagón número 4 debajo de una papelera", explicó. Zougam agregó que "nadie comete un atentado utilizando las tarjetas de su negocio".
Fouat El Morabit, acusado de pertenencia a organización terrorista para el que la Fiscalía pide 12 años de prisión, señaló que no tuvo "la más mínima participación, ni la más pasiva actuación que se pueda imaginar". El Morabit destacó, además, que no ha quedado demostrado que en la casa de la calle Virgen del Coro de Madrid se celebraran reuniones de tipo islamista y destacó que la visita del suicida Rifaat Anouar a la vivienda el día 11 de marzo por la noche no estaba dirigida a buscar refugio, ya que en aquel momento todo el mundo pensaba que el responsable de la masacre era la banda terrorista ETA.
Por su parte, Abdelilah El Fadual El Akil, acusado también de pertenencia a organización terrorista, se dirigió también a las víctimas y dijo que "cada día" llora por sus familiares. El acusado resaltó que vino a España "debajo de un camión" y que con ese esfuerzo quiere demostrar que quiere a este país. "Yo también me siento una víctima, no he visto crecer a mi hijo, no le he visto empezar a andar", destacó. El Fadual El Akil reconoció que era amigo de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", pero concretó que una vez que regresó a España después de permanecer encarcelado en Marruecos, en 2003, perdieron el contacto. "Aquí se mete a todos en el mismo saco porque somos musulmanes y no todos somos iguales", indicó.
Los considerados autores intelectuales de los atentados Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio", y Youssef Belhadj indicaron que se acogían a todo lo dicho por sus abogados.
El asturiano Antonio Toro, ex cuñado de José Emilio Suárez Trashorras, realizó esta tarde, haciendo uso de su derecho a la última palabra, una breve alocución ante el tribunal en la que no condenó los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Todos los anteriores acusados que se dirigieron a la Sala expresaron su condena antes de exponer sus argumentos en su defensa.
Toro dijo que únicamente quería concretar dos datos que considera no han quedado suficientemente claros. Así indicó que nunca entregó al acusado Rafa Zouhier una muestra de explosivo y dijo que tampoco le dio detonadores. En este sentido, agregó que la prueba esgrimida por las acusaciones para demostrar su viaje a Madrid para realizar la entrega de estos dispositivos es que utilizó para el desplazamiento un Renault Megane. Resaltó que, según se ha podido comprobar a través de la sentencia de la Operación Pipol, en la que fue juzgado por tráfico de drogas, en aquel momento, verano de 2003, el coche se encontraba en un desguace. Por parte José Emilio Suárez Trashorras, para el que la Fiscalía pide 38.962 años de prisión, declinó dirigirse al tribunal.
Uno de los considerados autores intelectuales de los atentados Hassan El Haski, dijo no entender, dos años después de su detención, los cargos que existen contra él. Destacó que ninguno de los 116 detenidos en relación con la masacre le conoce . "No consigo entender como es posible que la respetable fiscal se siga aferrando a acusarme", añadió. El Haski reconoció que conocía a varios de los implicados en los atentados pero dijo que "no sabía nada de lo que querían hacer". Destacó, además, que entre Jamal Ahmidan alias "El Chino" y él existía odio a causa de su religión, ya que Slimane Aoun es de procedencia chiita. Justificó las llamadas efectuadas a "El Chino" por la necesidad de que le devolviera una lámpara de un vehículo que él se encargaba de reparar. Además el joven asturiano.
Por su parte el acusado Mahmoud Slimane Aoun, acusado de colaboración con banda armada y falsedad en documento oficial, indicó hoy que es "inocente" y recalcó que huyó de su país para evitar la violencia ya que allí mataron a su hermano, su padre ciego, sus tíos y siete de sus hijos.
Antonio Iván Reis Palicio se limitó en su turno a agradecer su labor a su abogado y a decir que es "inocente".
El acusado Rafa Zouhier, al que la Fiscalía considera cooperador necesario para la comisión de los atentados, destacó que un miembro de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le visitó cuando ya se encontraba encarcelado y que le amenazó para que no hiciera referencia alguna a que conocía con antelación la existencia de una trama de tráfico de explosivos en Asturias. Explicó que el miembro de la UCO le indicó: "No digas a nadie nada de los explosivos porque sino te vas a comer 200 muertos". Añadió que a pesar de eso decidió contar la verdad porque los españoles merecían saberla. "Si al final paso todos esos años en la cárcel lo haré con la conciencia tranquila", agregó.
El acusado centró su última palabra en insistir en que denunció antes de los atentados que sabía que unos asturianos ofrecían explosivos y destacó que a pesar de UCO de la Guardia Civil conocía este dato no hizo nada. "¿Cuantas veces hay que ir a decir que alguien está vendiendo explosivos?", se preguntó y explicó que siempre había pensado que la policía hacía su trabajo. "Yo no soy el que tiene que hacerlo", destacó. Zouhier añadió que no le vale que después de los atentados las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se echen las manos a la cabeza y se preguntó por qué no se utilizó "el saco de pruebas" del que disponían para "parar ese tráfico de explosivos en las minas".
El acusado Rachid Aglif destacó que el único delito que ha cometido es llevar a Rafa Zouhier, a la reunión celebrada en el Mc Donalds de Carabanchel entre Trashorras y "El Chino". Acusó a Zouhier, que entonces era su amigo, de intentar implicarle e inventar que fue él el que habló de explosivos en aquella reunión y decir que actuaba como "lugarteniente de 'El Chino'".
Los acusados Carmen Toro, ex mujer de Suárez Trashorras, Sergio Álvarez y Saed El Harrak declinaron hablar ante el tribunal.
El acusado Basel Ghalyoun destacó el cambio de declaración efectuado por la testigo que dijo en un inicio haberle reconocido en uno de los trenes de cercanías y aseguró que agradece que esta persona fuera "honrada y decente" y que se diera cuenta de que su primer reconocimiento había sido manipulado. El acusado se refirió también a la aparición de su ADN en un gorro árabe encontrado en los escombros de la casa de Leganés y dijo que la perito nunca dijo que el otro perfil localizado en la prensa además del suyo fuera "anónimo" sino que indicó que no habían podido llegar a resultados concluyentes. "No se puede descartar que pudiera pertenecer a Rifaat Anouar u otra persona", dijo Ghalyoun que siempre ha defendido que pudo coger el gorro en alguna de las visitas del suicida al local de la calle Virgen del Coro, donde residió un tiempo.
En este sentido, se dirigió a la fiscal Olga Sánchez y se preguntó por qué motivo le cuesta creer que un ADN "se traslade de un sitio a otro" y sin embargo defienda que restos de explosivos almacenados puedan contaminarse con sustancias ajenas a su composición. "Para el ADN basta con tocar algo durante más de 10 segundos", defendió. Denunció, además, la utilización política de su caso, y se refirió a la filtración de sus conversaciones con su madre que se publicaron en un periódico nacional.
Por su parte los asturianos Iván Granados y Javier González declinaron hablar ante el tribunal.
Abdelmajid Bouchar, acusado de la autoría material de los atentados, indicó ante el tribunal que, a pesar de que en una bolsa de basura cercana a un contenedor de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés se localizara su ADN en huesos de dátil y aceituna, no se encontraron restos del ADN de las personas que murieron en la explosión. Negó además haber estado en la casa y descalificó las declaraciones del agente que le persiguió en su huída y le reconoció posteriormente en una rueda de reconocimiento. "Es mentira, yo no he estado allí", dijo.
Así, recordó que el agente que le reconoció explicó que vio a una persona que huyó de la casa, pero realmente no podía decir de dónde había salido esa persona. Recordaba, añadió, que tenía las piernas largas y su misma altura, pero recalcó: "No pudo ver su cara". Dijo también que se marchó a Serbia no para huir de la Justicia, sino porque quería "cambiar de aires".
Nasredine Bousba se dirigió al tribunal para comunicar que "es inocente" y confía en su criterio.
Por su parte, el primo de "el Chino", Hamid Ahmidan, dijo en una breve intervención que si el suicida hubiera estado aquí "el no estaría en la pecera" y recordó que estaba trabajando por 30 euros al día cuando se produjo su detención, a pesar de la fiscal Olga Sánchez diga que se encontraron drogas por valor de un millón de euros en la casa que ocupaba.
Otman El Gnaoui al que el Ministerio Público acusa ahora de cooperación necesaria para la comisión de los atentados destacó que se "siente también víctima" y recordó que se presentó voluntariamente ante la policía para denunciar lo que sabía.
El acusado Mohamed Larbi Ben Sellam denunció cuando se encontraba encarcelado los policías intentaron hacerle tragar carne de cerdo a pesar de que su consumo está prohibido por su religión. Dijo también que estuvo cuatro meses sin poder contactar con su abogado y agradeció su atención a la sala. Condenó los atentados y recordó que la casa de Santa Coloma de Gramenet en la que residía durante su detención no se utilizaba para albergar a huidos ya que era "pública" por lo que la ocupaban diferentes personas con las que él no mantenía ningún contacto. Recalcó, por último que no participó en ninguna de las reuniones mencionadas en el juicio destinadas a promocionar la yihad.
Por su parte, Mohamed Bouharrat criticó la actitud del Ministerio Fiscal y aseguró que ha planteado teorías en su contra sin pruebas que las respaldaran. En cuanto a Mohamed Moussaten, solo indicó que condena "los atentados rotundamente" y recalcó que es "inocente".
La última intervención fue la del acusado Mouhannad Almallah Dabbas que aseguró que para él "Madrid es igual que Damasco" y destacó que cuando se produjeron los atentados lo pasó mal" por "el pueblo español que perdió a sus ciudadanos" y también por el "pueblo árabe por ser sospechoso". "Me duele mucho que cada vez que aparece un suicida por religión los políticos lo utilicen", destacó y añadió que su repulsa hacia el terrorismo es tal que incluso llegó a salir en dos manifestaciones contra el terrorismo en España.
En cuanto a las declaraciones efectuadas por su ex novia que señaló ante el tribunal que el casa de la calle Virgen del Coro de Madrid se celebraban reuniones yihadistas, indicó que no quería entrar "en las mentiras y contradicciones" de esta persona y propuso al tribunal entrar unos datos por escrito donde quedan reflejadas. Al término de la exposición que han realizado los acusados, Gómez Bermúdez ha dejado el juicio visto para sentencia. "Gracias a todos por su colaboración y compresión. Queda visto para sentencia". Por último se acompaña enlace en el que el diario el mundo trata de las claves para comprender lo ocurrido durante el desarrollo del procedimiento que pasará a la historia judicial española con ese número de sumario ya inovidable para todos. El sumario 20/04.

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