Cuando Finn mac Cumhaill era niño, Finn Ecs le pidió que vigilase un pez que estaba al fuego. Era un salmón sabio de características especiales y Finn Ecs quería conseguir el poder del pez ingiriéndolo. Pero el niño se distrajo y el pez se quemó.
Entonces el muchacho tocó el pez y, al quemarse el pulgar, se llevó el dedo a la boca. Así, adquirió el dón de la profecia. Cuando Finn Ecs regresó, se dió cuenta de que el ser predestinado a recibir la sabiduria del pez era el niño y accedió a ser su maestro. Al llegar a la edad adulta, Finn veía el futuro cada vez que se llevaba a la boca el pulgar chamuscado por el salmón.
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