TRES ATENTADOS. UN ASESINATO.

Lo han buscado y tras dos intentos lo han conseguido. Tres explosiones con coche bomba y en la madrugada de ayer en Santoña, Cantabria, fulminaron de golpe la vida de un brigada del ejercito que se alojaba en el patronato militar de la localidad . Otras seis personas han resultado heridas por la explosión del artefacto. Después de los mensajes de repulsa de todos los partidos políticos, al redil a continuar con la matraca. La sangre fluye deprisa y añadir una víctima más a la lista de asesinados por la banda terorista ETA es asumido por la sociedad como algo doloroso pero inevitable. Siempre que no nos alcance a nosotros, claro. Un espanto. Ahora no está de más acudir a la hemeróteca y escuchar o leer sobrecogido las declaraciones de nuestros gobernantes, desde el Fiscal General del Estado, al ministro de interior, al de justicia y al presidente del gobierno. ¿Serán capaces de decir algo sobre lo dicho apenas unos meses atrás?. Seguro que no. Ahora es turno de la voz engolada y solemne para esconder tanto oprobio. Descanse en paz el brigada Luis Conde.