miércoles, 6 de mayo de 2009

LA SGAE. ESA TROPA.

Si hay unas siglas que provoquen rechazo, indignación y repulsa son estas. SGAE. Las de la Sociedad General de Autores Españoles. Esa tropa denostada hasta el paroxismo en medios de comunicación, foros de internet, en fin, que puede decirse que salvo los miembros de la mentada organización todo quisqui dice pestes de los autores adscritos a este chanchullo. Teddy bautista, su muñeco del pim- pam- pum, el presi de la tropa, conocido entre otras cosas por su papel de Judas en Jesucristo Superstar o por su tema "ponte de rodillas", "Get on your Knees", no para de recibir golpes en la cresta pero como si con él no fuera la cosa, es como que le resbala. De lo que se trata es que la SGAE se embolse los euros a destajo. Ya sea por el famoso canon de los soportes de grabación, dvd, cd, mini cd, lo que sea. Pero es que además se infiltran en bodas, comuniones, fiestas privadas, pubs, discotecas..... y en cualquier actividad en la que suene algo, lo que sea. Tanto da, de lo que se trata es que la gente pase por taquilla. El 10% parece que es el porcentaje que manejan en conciertos. En los últimos días los han cazado cobrando de un concierto benéfico en favor de un niño enfermo. Se tiene que ser muy desvergonzado para hacer una cosa así. Menudos sacamantecas. Esta noticia ha saltado a los medios pero y lo que no se conoce, ¿que?. De auténtica rapiña lo de esta organización. Habrá sido flagrante lo de este niño que hasta han devuelto lo cobrado. No es de extrañar que solo su mención despierte la urticaria. Los partidos políticos , unos callados, otros con una desverguenza que irrita, apoya a la SGAE y a su banda. Ni que decir tiene que su entrega es correspondida cuando toca hacerlo, elecciones, manifestaciones, declaraciones, silencio. Son capaces de adoptar cualquier medida en favor de ese voto cautivo, comprado a base de prebendas y subvenciones. Ejemplar actitud. "De buen nacido es ser agradecido". Que se lo digan a estos. ya lo dijo el sr. Bautista. "No somos una ONG". Ni que lo digan.

No hay comentarios: