Hoy se celebra consejo de ministros en Barcelona. Los CDR ya han cortado carreteras y veremos como evoluciona la jornada. A fin de cuentas, lo verdaderamente grave se produjo ayer. El presidente del gobierno se arrodilló ante Torra y asumió el discurso de este último. Acabó prometiendo una respuesta democrática sin por supuesto citar a la Constitución. Una cumbre entre iguales cuya escenificación, formato y contenido no estaba cerrada tres horas antes del encuentro. Una verdadera farsa. Un engaño a todos los españoles. Un fraude como el doctorado del presidente del gobierno. Y mientras tanto, la ciudadanía atónita por el comportamiento del gobierno. Aunque no le importe al señor Sánchez lo que pensemos la mayoría de los españoles estoy seguro de que cuando llegue el momento de depositar el voto en la urna lo va a pagar muy caro. El comité federal lo expulsó una vez del PSOE. Se van a arrepentir durante años de su vuelta. Los barones, tiemblan. En manos de este señor, España corre peligro. Está dispuesto a todo.
De todos modos, no perdamos la fé. Ya decía Bismarck que España es el país más fuerte de Europa. Los españoles llevan siglos tratando de destruir España y no han podido. Que dure.
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